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​Una vez dentro, Jon se puso a grabar. La luz no llegaba tanto cómo el quería, porque las galerías eran muy grandes. Pero sí que hay buenas imágenes. Había huesos de animales, murciélagos y zarpazos de osos en las paredes. No llegaron a la profundidad máxima conocida (-120m). Decidieron invertir el tiempo en hacer fotos, grabar y hacer una escalada.


Salieron hacia las 19:00 de la tarde, antes de anochecer. El primero fue Jon, para grabar la salida de los demás. El último fue Arturo, que salió ya oscureciendo. De ahí recogieron todo y con linternas, ya entrada la noche, bajaron monte abajo hacia los coches.